Since dictator Fidel Castro took power in Cuba, the regime has offered a safe haven to criminal fugitives seeking to escape justice. Currently, there are at least 90 fugitives receiving safe harbor in Cuba. From convicted felon Joanne Chesimard, to William “Guillermo”...
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Following the suspension of Rob Malley, the U.S. Special Envoy for Iran, for being a potential counterintelligence threat, Republican Senators demanded an investigation into the Biden-Harris Administration’s actions. The Office of the Inspector General (OIG) concluded...
China’s trade manipulations will devastate us—it’s time to fight back U.S. Senator Marco Rubio (R-FL) September 19, 2024 New York Post Industries reel, companies crumble, and factories close their doors for good…. This could be a description of the original “China...
Under the Trump Administration, Chinese-manufactured imports were subject to large tariffs. China countered with a multi-pronged strategy to evade U.S. tariffs and trade restrictions. Recently, Chinese manufacturers have exploited a loophole in U.S. trade law by...
Forced labor is used around the world, particularly in the People’s Republic of China where the government continues to brutally repress Uyghurs and other ethnic groups from the Xinjiang Uyghur Autonomous Region (XUAR). The U.S. must remain firm in its unwavering...
Reversing Obama-Biden failed policies in Venezuela
By U.S. Senator Marco Rubio
June 28, 2019
Miami Herald
Just one month in to his administration, President Donald Trump sent a clear message to socialist authoritarian dictatorships in Latin America by imposing sanctions against the right hand man of Venezuelan dictator Nicolás Maduro.
Mark Feierstein, who served as President Barack Obama’s top national security adviser on Latin America, praised the Trump Administration’s action as “an overdue step to ratchet up pressure on the Venezuelan regime and signal that top officials will suffer consequences if they continue to engage in massive corruption, abuse human rights and [the dismantling of] democracy.”
Unlike the previous administration, Trump signaled he would hold accountable corrupt and criminal regimes in Latin America that strangle their people’s aspirations for democracy and self-determination, undermine the rule of law, and engage in systemic and egregious human rights abuses.
As Venezuela’s situation deteriorated in 2014, the previous administration took a decidedly different approach as it vehemently opposed the Venezuela Defense of Human Rights and Civil Society Act of 2014. The bipartisan bill, which I co-authored, sought to impose financial sanctions and visa bans against Maduro regime officials responsible for lethal violence and human rights abuses used to suppress the anti-government protests that had begun earlier that year.
The Obama administration fought that bipartisan effort, deploying then-Assistant Secretary of State for Western Hemisphere Affairs Roberta Jacobson to lobby Congress against the bill. Jacobson falsely claimed to Senators that members of the Venezuelan opposition group, Mesa de la Unidad Democrática (MUD), wanted the United States to hold off on sanctions. Maduro even praised her remarks as a “leap toward good sense.”
…
For whatever reason, the Obama administration never sought to isolate Maduro and fully support the Venezuelan opposition. With 3.4 million Venezuelans in exile, unchecked inflation, and widespread starvation, it is clear the Obama-era policy resulted in catastrophic failure in Latin America. It begs the question why Obama’s vice president, Joe Biden, is now criticizing the Trump administration’s policy, which built an international coalition of over 50 nations that recognize Interim President Juan Guaidó as Venezuela’s legitimate leader.
The Obama-Biden administration had many years to prevent the humanitarian crisis and security threat from spiraling out of control in Venezuela, but it did not. In fact, the previous administration exacerbated the serious problems on the ground by ignoring the destabilizing role that foes like Cuba, Russia, Hezbollah, the ELN, and the FARC are playing in the region.
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Revirtiendo las políticas fallidas de Obama y Biden en Venezuela
Por senador estadounidense Marco Rubio
28 de Junio de 2019
El Nuevo Herald
Tras apenas un mes del inicio de su administración, el presidente Donald Trump envió un mensaje claro a las dictaduras autoritarias y socialistas en Latinoamérica al imponer sanciones a quien es la mano derecha del dictador venezolano Nicolás Maduro.
Mark Feierstein, quien se desempeñó como el principal asesor para Latinoamérica en el Consejo de Seguridad Nacional del Presidente Barack Obama, elogió la acción de la administración Trump diciendo que era un “paso necesario para aumentar la presión contra el régimen en Venezuela, señalándoles a los altos funcionarios que sufrirán consecuencias si continúan participando en corrupción masiva, abuso de derechos humanos y [el desmantelamiento de] la democracia”.
A comparación de la administración anterior, Trump indicó que haría que los regímenes corruptos y criminales de América Latina fueran responsabilizados por destruir las aspiraciones democráticas y de autodeterminación de su pueblo, también por socavar el estado de derecho y por participar en violaciones de derechos humanos. Sobre Venezuela, escribió recientemente Feirstein, “los instintos de Trump a menudo han estado correctos” elogiando a la administración republicana por sabiamente buscar “construir alianzas multilaterales, al imponer sanciones y al coordinar con los miembros demócratas en el Congreso”.
A medida que la situación en Venezuela se deterioraba en el año 2014, la administración del presidente Obama optó por tomar un enfoque diferente al oponerse vehementemente a la Ley de Defensa de los Derechos Humanos y de la Sociedad Civil venezolana del 2014. El proyecto bipartidista, del cual fui coautor, trató de imponer sanciones financieras y prohibiciones de visados contra funcionarios del régimen de Maduro que eran responsables del uso letal de fuerza contra los manifestantes y quienes violaron derechos humanos a principios de ese año.
La administración de Obama combatió ese esfuerzo bipartidista al desplegar a la entonces Subsecretaria de Estado Adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, a presionar a miembros del Congreso a que se opusieran a este proyecto de ley. Jacobson erróneamente le afirmó a senadores que los miembros del grupo de la oposición venezolana, Mesa de la Unidad Democrática (MUD), querían que Estados Unidos suspendiera las sanciones. Maduro incluso elogió sus comentarios como un “acto de buena fe”.
…
Por alguna razón, el gobierno de Obama nunca intentó aislar a Maduro y apoyar plenamente a la oposición venezolana. Con 3.4 millones de venezolanos en el exilio, una inflación descontrolada y hambruna, está claro que la política de la era de Obama resultó en un fracaso catastrófico para América Latina. Lo dicho anteriormente plantea la pregunta de por qué el vicepresidente de Obama, Joe Biden, ahora está criticando la política de la administración Trump, la cual formó una coalición internacional de más de 50 países que reconocen al presidente interino Juan Guaidó como el líder legítimo de Venezuela.
El gobierno de Obama y de Biden tuvo muchos años para evitar la actual crisis humanitaria en Venezuela y para hacerle frente a la amenaza a la seguridad nacional que afronta nuestro país a manos del régimen de Maduro, pero no fue así. De hecho, la administración anterior agravó aún más los problemas en Venezuela al ignorar el rol que juegan enemigos como Cuba, Rusia, Hezbolá, el ELN y las FARC.
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